miércoles, 28 de octubre de 2009

Asco

Así de contundente suena, pero tristemente, así es. La política española cada vez da más asco (no voy a decir aprensión, digo asco). No importa que seas de unos o de otros, más o menos radical, ni siquiera que seas apolítico y te dé absolutamente igual qué ocurre en las lides políticas nacionales... pero el panorama es absolutamente patético.
Hace algunos años, pese a saber que lo que realmente me gustaba era el periodismo, en mi ingenua mente de adolescente planteé la muy remota posibilidad de dedicarme a la política. Problema uno: mis ideas no coincidían - ni coinciden- plenamente con ninguno de los partidos actuales. Problema dos: creo que formar mi propio partido político será un poco difícil... Problema tres: el mundo político está podrido.

Afortunadamente, para mí, desheché esa idea transitoria (aunque no es que ahora ande metida en un lugar mejor, que para encontrar hueco en el no menos podrido mundo del periodismo...). Pero la política nunca dejó de interesarme, a lo largo de los años, hasta el presente momento, en el que me hastía. Ya me cansa y me produce incluso desinterés. Creo incluso que los mismos políticos se están cansando; muchos están dejando sus escaños o responsabilidades para dedicarse a la actividad privada... o será que la política ya no da dinero.

Obamas sólo los hay en las películas, o por defecto, como todo lo que parece más molón, en Estados Unidos. Líderes de los de antes, en período de extinción. Y los de ahora, avergonzantes. La corrupción está a la orden del día, las zancadillas entre 'colegas' también y con interminables listas es como la política se ha convertido en un absoluto despropósito. No sé muy bien donde está la solución, pero tengo bien claro que de los políticos que dominan actualmente la arena del circo (estos sí que son unos payasos...), no vendrá.

Seguiremos buscando...

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