Un amigo me pidió por esas fechas que escribiera algo sobre la influencia americana en el mundo, en el resto de países, en el resto de políticos, en el resto de personas.
Y mi opinión sobre el tema es bastante clara. En el colegio, casi cualquiera habrá estudiado que Estados Unidos lleva inmerso en alguna guerra, siempre fuera de su territorio nacional, a lo largo de todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI. Estados Unidos, su gente, y sus presidentes, sobre todo, se sienten en deuda con el resto de ciudadanos del mundo y se creen, no sólo con el derecho, sino con la necesidad, de hacer algo por el resto de la Tierra. Esto no siempre les ha salido bien: de hecho, no les ha salido bien casi nunca.
Sería una tontería negar, pese a este espíritu de salvador perenne, la influencia que ejerce sobre todo lo que ocurre en el globo. Las empresas mejores, las más grandes, o tienen filial americana o son americanas. Lo que hace Estados Unidos en materia militar es un ejemplo a seguir (e incluso para verse involucrado, sino que se lo digan a Aznar). El liderazgo político es un hecho, inclusive en etapas tan nefastas como la de George Bush hijo. Con los ojos abiertos, entrecerrados, o con el rabillo del ojo, todo el mundo mira qué posición o actitud toma Estados Unidos.
Esta posición preferente, tiene su origen en el final de la Primera Guerra Mundial. Estados Unidos, siendo un país mucho más joven que los implicados en la contienda en el viejo continente, tenía un espectro de crecimiento mucho más amplio. Durante la Gran Guerra, no se vió en absoluto afectada en cuanto a pérdidas materiales, dado que la guerra se libró en Europa, donde otros países, como Francia, quedaron destrozados. Además, la IGM fue la oportunidad idónea para fomentar el crecimiento de su industria, que con el armamento militar, se vió multiplicada notablemente, alcanzando cifras nunca conocidas. Desde entonces, y ya en la firma del Tratado de Versalles, Woodrow Wilson impuso ciertas exigencias y forzó al resto de países aliados a cumplir con la conocida como la Lista de 14 puntos, entre los que destacaba la creación de la Liga de Naciones, un claro antecedente de la Sociedad de Naciones.
En la Segunda Guerra Mundial, idem. La implicación americana fue notable y en los entresijos de las negociaciones también se vió involucrada (sobretodo con el tema de Berlín y la reconstrucción de Alemania). A partir de entonces, empezó a meterse en guerras y causas ajenas para ayudar al mundo. Vietnam, Primera y Segunda Guerra del Golfo, Iraq, Afganistán... y los que quedarán. Y éstos últimos, más bien con discretos - o nulos - resultados.
viernes, 18 de diciembre de 2009
La influencia americana
martes, 15 de diciembre de 2009
Aminatu Haidar: el conflicto continúa
Con el fin de intensificar su ofensiva diplomática en el caso Haidar, Marruecos ha enviado representantes de los principales partidos políticos del país, para explicar la postura marroquí ante la controvesia que ha suscitado la activista. Por eso, esta mañana, el periódico El Mundo, en su versión digital, mostraba una entrevista con el ministro marroquí de Asuntos Económicos, Nizar Baraka. El ministro ha criticado duramente a la saharaui, con afirmaciones tales como “ni Marruecos ni España se merecen el trato que han recibido de Haidar”.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Cuando el corazón puede más que la razón
Después del primer momento de obzecamiento, vuelvo a razonar, argumentar, y soy la primera en darme cuenta de que no me gusta ser así. A veces la rabia me recorre el cuerpo de una manera tan vertiginosa que no soy capaz de darme cuenta de cómo actúo. Esto, en algunas ocasiones, me trae problemas con personas que no se lo merecen, pero simplemente no sé ser de otra forma.
Siendo demasiado exigente y queriendo que los demás se comporten como uno mismo llego a generar discusiones estúpidas, fuera de lugar, innecesarias. En los momentos de lucidez, me odio a mí misma por ser así, así de egoísta y de tonta. Me gustaría poder controlar estos impulsos, pero no puedo.
Supongo que esto es lo que ocurre cuando mi corazón puede más que mi razón.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Los abusos de los medios de comunicación
Y es entonces cuando empieza la tortura de Diego y el abuso de poder de los medios de comunicación. Asesino, sinvergüenza, maltratador, pervertido... Es detenido, y la gente le grita. Lo más lamentable, un periodista incita a una mujer para que increpe al detenido a la llegada de los juzgados: "Grítele señora, grítele". Los medios, al unísino, se olvidan del 'presunto' y, al fallecer la niña, le culpan de la muerte y le tachan de asesino violador. La Policía se ensañó; "me han tratado peor que a un perro", e incluso le enseñan fotos de Aitana ya muerta. El 27 de noviembre, un examen médico más exhaustivo ya ha descartado la agresión sexual, pero el juez prorroga su detención a la espera de los resultados de la autopsia. Pese a esto, el 28 de noviembre, ABC publica en su portada una foto de Diego, con un titular demoledor: "La mirada del asesino de una niña de tres años".
Ese mismo día, la autopsia descarta cualquier abuso sexual y recoge que las lesiones de Aitana eran compatibles con la caída del columpio por un lado y con las maniobras de reanimación por otro. Ya en libertad, Diego sufre una crisis de ansiedad. Y comienzan a llegar las muestras de cariño, los arrepentimientos y los perdones de toda esa gente que le juzgó antes de tiempo. La mayoría de la opinión general pasó de odiar a querer a Diego en sólo unos días, y por una simple cuestión; la manipulación periodística. Distorsionar los hechos no ayuda a nadie, no responde al cumplimiento de ninguna función y es un abuso del que inexplicablemente, los periodistas se creen con derecho de realizar.
Y es vergonzoso. Es el lado más deprimente del periodismo y el que más asqueo. Espero que por lo menos este caso sirva de ejemplo en el futuro, pero conociendo el ego periodístico (nosotros nunca nos equivocamos), lejano veo ese día.
Me gusta el periodismo, no me gusta la manipulación.
Nota: Este sólo es uno de muchos abusos que realizan los medios de comunicación a diario en sus páginas. Todas las citas y fuentes proceden de atestados y documentos oficiales.
[Fuente: Crónica (El Mundo versión impresa)]
martes, 8 de diciembre de 2009
Holocausto
Leyendo a Primo Levi en Si esto es un hombre muchas ideas se agolparon en mi cabeza. Muchas de ellas confusas, otras claras y cristalinas. Levi es un buen escritor, pues consigue engancharte en su relato y hacerte parte de él. Sientes, casi en primera persona, esa existencia tan grotesca que le ha tocado vivir. La miseria que se experimenta es tal, que parece un imposible luchar contra lo establecido, siendo la opción más fácil la resignación, y la única resistencia posible el logro de robarle unos cuantos días de existencia a la vida. Escribe de una manera grácilmente sofisticada, pero accesible y al alcance de cualquier lector. Al leerle, se debe tratar de mantener cierta distancia entre la narración y el lector, pues su relato es tan estremecedor, que su calado puede ser demasiado profundo.
Levi es, como muchos otros, testigo directo de la rutina en los campos nazis. Piensa y escribe igual que lo hacía en Auschwitz; su dolor es el mismo. Por suerte, con el paso de los años las tristezas se mitigan y supongo que los que tuvieron la suerte (o la desgracia) de sobrevivir consiguen postrar las reminiscencias de la guerra en el olvido.
Encontré en el blog del cantautor Ismael Serrano una especie de diario en el que cuenta todos los detalles de su gira alrededor del mundo. En su viaje a Chile, y a propósito de la dictadura de Pinochet, decía: “Dar testimonio de lo vivido alimenta la Memoria Histórica y la certeza de que no se han de repetir los errores, las atrocidades cometidas en lugares como aquel. La memoria es herramienta de futuro.” Estas frases puede que contradigan las teorías de muchos historiadores o expertos, pero para mí es la síntesis de lo que ocurre con aquellos acontecimientos históricos tan trascendentales que deben ser recordados pase el tiempo que pase. El Holocausto es uno de ellos.
Cuando era más pequeña, cuando comenzaba a mostrar mi interés por este tema con la lectura del Diario de Ana Frank, mi simpatía por los alemanes en general comenzó a decaer. Es injusto culpar a todo un país, y a todos sus habitantes, de unas atrocidades cometidas hace unos 60 años. Con el tiempo no he conseguido profesarles una mayor simpatía, pero por lo menos he conseguido comprender quienes deben ser culpados, y que no todos los alemanes tienen que ser señalados con un dedo por lo ocurrido. Me alegra además, saber como la mayoría de la población teutona condena hoy en día lo sucedido, además de rechazar cualquier tipo de movimiento neonazi. Se agradece.
Pasado ya más de medio siglo desde la liberación de los campos nazis a manos de las tropas aliadas, quedan ya pocos testigos directos, vivos, de lo que vivieron los judíos. Durante este tiempo se podría decir que se ha fomentado la existencia de documentales, películas, libros e incluso cómics que contribuyen a mantener informadas a las nuevas generaciones. Son innumerables estas piezas de gran valor informativo que deben ser el legado histórico de los niños nacidos en el siglo XXI. Las editoriales además apuestan por novelas, memorias y biografías que reproducen las historias de superación de los supervivientes, no sólo por la buena acogida en el mercado editorial, sino por alimentar este depósito literario-histórico que ha de ser una referencia en unos cincuenta años.
La conclusión más importante que se deba hacer sobre todo esto, es que fue un error del pasado y que se debe hacer todo lo posible por evitar que se repita. En una sociedad actual, sabemos qué está ocurriendo en cualquier rincón del mundo gracias a las agencias de noticias, los corresponsales y a la difusión de Internet. Sería casi una utopía que un gobierno consiguiera dar forma a una industria de la muerte como la amasada por los nazis bajo el mandato de Hitler. Aún así, en un mundo de la información como el de hoy, se han dado episodios como el genocidio de Ruanda, las torturas indiscriminadas en Iraq, donde se sigue librando una guerra irracional, o el eterno enfrentamiento entre Israel y Palestina.
El futuro debe regirse por gobiernos que sepan dar fin a estas batallas y propongan una cooperación internacional que realmente funcione, que integre a todos y no excluya a nadie. Quizás, hablar del Holocausto en las aulas ayude a muchos niños o adolescentes a comprender la necesidad de la integración racial, cultural y religiosa. A mí me ayudó a darme cuenta de que hay que respetar a los demás, no importa como sean. En general, el desconocimiento sobre la etnia judía es amplio, y conocer el Holocausto brinda la oportunidad idónea de entenderles sin juzgarles.
Los que murieron, los que fueron deportados y sobrevivieron, los que escaparon, los que se escondieron, los que fueron escupidos, aislados o insultados, los que ayudaron a salvar a otros, los que se sacrificaron, los que lucharon hasta el último momento, los que escribieron para recordar, los que escribieron para olvidar…. Todos aquellos que se vieron afectados en lo más mínimo por este episodio de la Historia, fueran de la religión o etnia que fueran, los considero unos héroes.
viernes, 4 de diciembre de 2009
In memoriam
[Links relacionados: - La capilla ardiente de Solé Tura...
miércoles, 2 de diciembre de 2009
No todo el romanticismo está muerto
Extrañamente, siempre había creído en el cliché de que todas las mujeres éramos así, y que por el contrario ningún hombre creía en el romanticismo. No sé si será por la igualdad (o desigualdad) de estos tiempos, pero hace ya mucho que descubrí que hay bastantes chicas que en absoluto se ven contagiadas por esta ‘cursilería’, por decirlo de alguna manera. Sorprendentemente, diría yo, hay cada vez más chicos que se ven sumidos en esta corriente, aunque no lo demuestren en público, como quizás si que lo hagamos nosotras. El chico malote ya no es lo único en oferta.
Se me ha ocurrido escribir esta entrada de hoy por una razón curiosa; una amiga me ha pedido que le recomendara algunos lugares de París, donde va a ir este puente, y entonces ha venido a mi un recuerdo precioso y emotivo. Las pasadas Pascuas viajé con mi familia a la ciudad del amor, nunca mejor dicho, y presenciamos una escena de película. Como todo turista que se precie, hicimos la larguísima cola que precedía la subida a la Torre Eiffel, y una vez arriba, sucedió algo impensable. Estábamos mirando el paisaje, haciendo fotos, esas típicas cosas que se suele hacer al estilo guiri, cuando, a tan sólo unos metros de nosotros, un chico, de aspecto escandinavo, se arrodilló delante de su novia, y sacó un anillo para proponerle matrimonio. ¿Se puede ser más romántico? Este hecho terminó, afortunadamente, en un ‘sí’ por parte de la chica, en mi madre y yo con la lágrima a punto de caer y en un grupo de turistas maduritos aplaudiendo sin cesar.
Pues bien, es ese el espíritu del que quería hablar hoy, ya que al recordar la anécdota parisina, me he dicho a mi misma que no todo el romanticismo está muerto. Que pese a este mundo de desigualdades, de pobreza y riqueza, muchas veces injusto, problemático, y en el que todos pensamos más en nosotros mismos que en ninguna otra cosa, experimentar un poco de romanticismo no está de más. Que es también una manera de sentirse vivo, de tener emoción por alguna cosa que no sea uno mismo, y de buscar hacer feliz a otra persona.
Yo voto por ello, sin dudarlo. Para impregnarse de este sentimiento, nada mejor que ver Love Actually, Notting Hill o Pretty Woman.
Y a soñar despierta.
martes, 1 de diciembre de 2009
Con diciembre llegó el frío
domingo, 29 de noviembre de 2009
El clásico
No es sólo fútbol. Esta tarde millones de personas estarán pendientes de la pantalla del televisor. La gran mayoría vive como propios los pases de Xavi, Kaká, Iniesta o Lass. Se le eriza la piel cuando su equipo trenza una magnífica jugada que acaba en gol. Sufre con las paradas de Casillas o las llegadas al área de Valdés. Les duelen las patadas como si las recibieran ellos. Se indignan, se enfadan con el contrario o con el árbitro en algunas ocasiones. Incluso con los suyos en algunas otras.
El fútbol es una manera de sentir, de entender un deporte. Es pasional. Es un sentimiento. Las carreras desde el medio del campo hacia la portería rival nos aceleran el pulso. Puede parecer banal, pero la victoria de nuestro equipo nos hace felices, nos aporta una alegría inconmensurable que no todo el mundo sabe comprender. Ganar un título es alcanzar esta felicidad en su máxima esencia. Permite que los hombres lloren y no se les tome por sensibles.
Hoy es uno de estos días. Hoy a la hinchada se le permite todo, gritos, cánticos, abucheos. Hoy a los jugadores se les exige el máximo: que arenguen a la afición a vivir como nunca los 90 minutos de juego. Hoy, esperemos que sea una gran tarde para el fútbol.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Mi chasco con Luna Nueva
Cual fue mi tamaña sorpresa al acudir, en esta ocasión al cine para ver la segunda entrega, y encontrar que entre los asistentes, se encontraría aproximadamente una media de edad entre los 28 y 30 años. Vale que era miércoles y en sesión de las diez, pero sigue siendo un hecho sorprendente. Ahora llega el momento de narrar mi desilusión y decepción con la secuela Luna Nueva, una apología de la tontería adolescente y de los músculos de los hombre-lobos.
Debo decir que mi hermana y mi madre son dos de esas fans histéricas y dogmáticas sobre todo lo que tenga que ver con Crepúsculo y más particularmente con Robert Pattinson. La primera ya había visto el filme (el día del pre-estreno, para más inri), y volvió a casa encantada con la película. La segunda está más que deseosa por hacer lo propio, y pese a mis opiniones desfavorables sobre la cinta, su fe sigue intacta. Aunque esta sea la situación en mi casa, yo volví del cine con la sensación de haber visto un largometraje chorra, pero que está rompiendo récords y siendo un taquillazo total.
¿Qué no me gustó de la película? Para empezar, la banda sonora de la primera entrega era mucho más brillante y cuidada en comparación con la de la segunda cinta, en la que no toma casi protagonismo. Me mata el victimismo recurrente de Bella, la humana enamorada del vampiro atractivo, que no sonríe una vez en toda la cinta y sólo sabe poner cara de circunstancias. Me cansa un hilo conductor contradictorio y poco creíble (ya sé que estamos hablando de una película de vampiros, pero es que tiene tan poca coherencia...). Pese a que sea una alegría para la vista, proclamar al viento que Jacob, el amigo lobo de Bella, ha ido al gimnasio día y noche teniéndole en pantalla sin camiseta me parece tan comercial que es incluso algo triste. Hay una escena que perpetra esto, hilarante diría yo, en la que Bella tiene un accidente de moto, y como sangra ligeramente por la cabeza, Jacob decide quitarse la camiseta, marcar bíceps y socorrerla. Tal cual el anuncio "Cuando estás orgullosa de tu cuerpo, se nota".
De hecho, llegué a aburrirme, y eso que yo soy la típica que se traga todas las americanadas disponibles y no le hace ascos a títulos como Una rubia muy legal, Ella es el chico o 12 en casa. Pero bueno, sé que aunque a mi no me gustara, va a ser la película líder hasta pasadas las navidades y que va a hacer mucha caja, y no sólo con un público adolescente. Os dejo el trailer y ya os decidís por vosotros mismos.
Aquí queda mi opinión. Ya os contaré que me parece la tercera parte...
lunes, 23 de noviembre de 2009
La no típica comedia americana
Se trata de la típica película que ves anunciadísima en trailers, televisión y demás, y que piensas "uy, tanta promoción... muy buena no será". Recalco, no es ninguna joya del cine, ni contemporáneo, ni pasado ni futuro, pero es realmente divertida y aporta 97 minutos de evasión garantizada.
A grandes rasgos, Heigl es una soñadora productora de televisión que sigue esperando la aparición de su príncipe azul, y Butler encarna al soltero malote y socarrón, que odia las relaciones y no cree en el amor verdadero. Al principio todo parece claro, pero cuando entra en juego el vecino de Heigl, un doctor macizo (remitiendome a la mencionada serie médica) y que estereotipa al hombre perfecto, la cosa se pone complicada.
Lo dicho, si tienen tiempo y no les apetece cine del complicado, ahí tienen La cruda realidad.
domingo, 15 de noviembre de 2009
¡Qué escandalosa es la masturbación!
Sinceramente, en el año 2009 me sobra tanta tontería. Estas actitudes estúpidas con respecto al sexo por parte de políticos, padres, profesores y un largo etcétera, me parecen fuera de lugar. ¿Qué tiene de malo disfrutar del sexo ya sea solo, en pareja, en un cuarteto, mientras haya respeto y se cuiden ciertos baremos de higiene y seguridad? ¿Acaso todo estos políticos, padres, profesores, etc, no se han tocado, masturbado en su juventud, y no han disfrutado y disfrutan del sexo?
jueves, 12 de noviembre de 2009
Hospitales
Al entrar, he aterrizado de nuevo en el mundo hospitalario. He de decir que no soy una visitadora frecuente de estos lugares, y que la última vez que paseé por esos pasillos fue el pasado febrero. Aunque en mi etapa de futbolista me pasé muchas horas esperando que alguien reconociera mi dolorido tobillo - esguince, segundo grado, hielo y reposo quince días -, mi recuerdo distaba mucho del ambiente que me he encontrado hoy, y que ya saboree en febrero, pero en menor escala.
Qué poco me gustan los hospitales. La atmósfera es horrorosa. Los pasillos llenos de gente, familiares de los enfermos, normalmente con la cara y la moral por los suelos. Las batas blancas y uniformes verdes circulan con total libertad, prácticamente ajenos a esas tragedias que les rodean a diario. El ambiente es gris, el silencio roto por murmullos preocupados y preocupantes. Se podría decir que se palpa la muerte. Por no ser tan drásticos, digamos que se palpa el drama.
Es difícil encontrar a alguien sonriendo. Sales del hospital y por lo menos ese día, no eres la misma persona que antes de poner un pie en ese santuario de la medicina, la infección, las bacterias, los enfermos, las enfermedades y la muerte.
Cuando estaba allí, he dado gracias de haber sido siempre una persona 'de letras', poco habilidosa con las matemáticas y las tres ciencias. De la que me he librado. Yo creo que como los toreros, la gente que trabaja en los hospitales, está hecha de una pasta especial. Los que no tengan esta pasta especial de serie, se 'convertirán' al poco tiempo de entrar a trabajar en un uno de estos edificios. Metamorfosis sanitaria.
Lo más gracioso del asunto, es que alguna vez he tenido la tentación de meterme a matasanos. ¿Cuándo? Pues cuando va a ser, viendo en la tele las trepidantes aventuras del Seattle Grace en la famosa serie americana "Anatomía de Grey". Con médicos tales como el Doctor Macizo y los líos amorosos del lugar, como para no querer encontrar mi vocación perdida hacia el bisturí. Eso sí, era acabar el capítulo correspondiente, y cuarenta minutos más tarde volvía a la realidad periodística.
Otra serie de esta índole, made in Spain y por supuesto con un presupuesto, efectos y elenco más a la baja, y que seguí fervientemente durante un tiempo, es "Hospital Central". ¿Dónde están esos médicos tan comprometidos con su profesión, preocupados por la ética y la moral, el buen hacer sanitario y el problema de cada paciente? Já, me rio yo de todo eso. La comparación con la realidad es hilarante, casi ridícula.
Concluyendo, que no me gustan nada los hospitales, y prácticamente nada que tenga que ver con ellos. Ojalá no tenga que volver por allí en mucho tiempo...
martes, 10 de noviembre de 2009
Qué ocurre cuando no sé qué escribir
Es primordial que la puerta de mi habitación esté cerrada. Soy bastante quisquillosa con cualquier ruido. Además, teniendo en cuenta que en mi casa podemos encontrar dos perros, una hermana adolescente, un padre alborotador y una madre con vocación de cantante, dos teles y cuatro ordenadores, la contaminación acústica está a la orden de día. Ya os he dicho que el silencio es casi una utopía.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Celda 211
[Link a Entrevista a Alberto Ammann, uno de los protagonistas de la cinta.]
cosas, Gente
jueves, 5 de noviembre de 2009
El insalvable ‘Sálvame’
No todo el mundo apostaba por el éxito de esta propuesta para la sobremesa de Telecinco, pero pasmosamente se ha hecho con el control de la parrilla en esa franja horaria y encumbrado a J.J (cariñosamente), a lo más alto, pues ha recibido un Ondas al mejor presentador. Quien lo iba decir, viendo como manipula a los colaboradores cual marionetas. Les riñe, castiga, echa del programa e incluso obliga a bailar y cantar.
Además, cuenta con su propio alter ego, ‘Sálvame Deluxe’. Por si no tuviéramos suficiente con verlo a diario, los viernes tenemos la suerte de disfrutar de una doble sesión, tarde y noche. Si cabe, ésta es aún más absurda que el Sálvame original. Con eso de que “ya no estamos en horario infantil…”, hacer burradas, el cafre y soltar insultos parece que sea mucho más fácil. Y por supuesto, la estrella principal de este show, es, como saben, la magnífica Belén Esteban, que dejó su puesto de las mañanas junto a AR (Ana Rosa, pero poner las iniciales es más cool), para convertirse en la indiscutible reina de las tardes.
Ya saben, si quieren disfrutar del circo sin salir de casa, hagan palomitas, siéntense al sofá, y prepárense para deleitarse con televisión de calidad, contenidos de nivel y profesionales renombrados. Que podríamos esperar de una cadena que pertenece a Berlusconi.
Sólo nos queda decir, ¡arriba la Esteban!
Publicado previamente en http://www.uvalencia.info/
martes, 3 de noviembre de 2009
Sí, me gusta conducir
No es un sentimiento generalizado, y mucho menos en mujeres, pero desde el primer día que puse un volante entre mis manos supe que conducir es una de las cosas que más me gusta hacer. Al principio me parecía que era difícil coordinar tantos movimientos, pero en cuanto me adapté, me dí cuenta de que cuando conduzco, me evado, me desahogo, me siento como quien dice, libre.
Hay quien dice que conduzco un poco a lo loco, y yo creo que hasta cierto punto es verdad. Muchas veces precipitada y sin pensármelo dos veces: creo que es un paralelismo con mi manera de ser. Tampoco soy una temeraria, pero sí, me gusta mucho apretar el acelerador.
Sé que hay mucha gente que le tiene miedo a conducir, un temor que se conoce como amaxofobia, y que afecta a un porcentaje de la población bastante elevado, exactamente, sobre el 64% de las mujeres y el 36% de los hombres lo padecen. Además, de entre los conductores el 33% se ve afectado por este estrés o ansiedad que se vive al volante.
Siempre he intentado tener empatía con los demás y entender cómo se sienten en determinados momentos. Respeto muchísimo a todos aquellos que padecen esta amaxofobia, pero me alegro mucho de no tener en absoluto ninguno de los síntomas que se presentan, y de disfrutar de esta manera tan mía de aquellos momentos que paso dentro de mi coche. La ciudad no es mi hábitat preferido, como tampoco lo son las autopistas o autovías; los mejores tramos son aquellos que tienen pocos semáforos, curvas no muy pronunciadas y buena gravilla.
Me gusta, además, sentir que domino el coche cuando freno, cuando cambio una marcha ya sea para acelerar o reducir, y me declaro totalmente en contra de los cambios automáticos, muy de moda últimamente, por muy cómodos que resulten.
El mejor complemento a la hora de conducir, es la música. Ya sea la radio o mis propias selecciones, me encanta acompañar cada tramo con canciones que normalmente van en consonancia con mi estado anímico. Lo redondo es conseguir emparejar un buen viaje con un buen CD recopilatorio, y sentarse a disfrutar.
No siempre es fácil transmitir con palabras lo que se siente en ciertos momentos, y aunque lo he intentado, creo que el famoso anuncio de BMW “¿Te gusta conducir?” expresa perfectamente esa sensación que me recorre el cuerpo al conducir. La genialidad de dejar atrás kilómetros y kilómetros de cemento, atardeceres, luces, árboles… todo aquello que encuentras en el camino.
Sí, me gusta conducir.
El gustazo de ver perder al Real Madrid
Un gustazo.
viernes, 30 de octubre de 2009
Escépticos
Actualmente parece que está de moda creer en la presencia exterior, o al menos en fenómenos extraños. Parte de esta culpa la tiene Iker Jiménez, el más famoso freak-investigador del panorama actual. Primero con su programa en la Cadena SER, Milenio 3, y su posterior éxito televisivo Cuarto Milenio, está cosechando gran número de adeptos que siguen sus programas, y más allá, creen en sus teorías. ¿Soñar es gratis? Últimamente parece que lo es y que hace subir las audiencias. Así que tiene cabida tanto en las parrillas televisivas como en las ondas de la frecuencia modulada.
Debo decir que me sigo manteniendo como una escéptica. No habrá ni película ni libro ni programa que me haga cambiar de opinión… al menos por ahora. No sabemos que pueda ocurrir o que pueda hallar la ciencia. Porque si algo está claro, es que la ciencia se supera día a día y que será la única vía de conseguir las respuestas a tantas preguntas inacabadas.
miércoles, 28 de octubre de 2009
Asco
Obamas sólo los hay en las películas, o por defecto, como todo lo que parece más molón, en Estados Unidos. Líderes de los de antes, en período de extinción. Y los de ahora, avergonzantes. La corrupción está a la orden del día, las zancadillas entre 'colegas' también y con interminables listas es como la política se ha convertido en un absoluto despropósito. No sé muy bien donde está la solución, pero tengo bien claro que de los políticos que dominan actualmente la arena del circo (estos sí que son unos payasos...), no vendrá.
Seguiremos buscando...
martes, 27 de octubre de 2009
Tarantino firma una nueva obra maestra
Además de alabar el fantástico trabajo del bastardo Quentin, debo hacer lo propio con el reparto de la cinta, fabuloso sin lugar a dudas, y que está al nivel de tamaño realizador. En el cartel pueden llamar la atención los nombres de los más hollywoodienses y asiduos visitadores de alfombras rojas, Brad Pitt y Diane Kruger, cuyas interpretaciones no quedan atrás, pero debo decir que la revelación del largometraje, al menos para mí, es el austríaco Christoph Waltz. En sus manos está la mirada más terrorífica de la producción y durante los 160 minutos temí la aparición de Hans Landa, el 'Caza judíos', en pantalla. No me sorprende pues que recibiera el galardón al Mejor Actor en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes, y no me extrañaría que le fueran otorgados otros premios ante tan exquisita actuación.