martes, 18 de mayo de 2010
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sábado, 2 de enero de 2010
Bienvenido el 2010
viernes, 18 de diciembre de 2009
La influencia americana
Un amigo me pidió por esas fechas que escribiera algo sobre la influencia americana en el mundo, en el resto de países, en el resto de políticos, en el resto de personas.
Y mi opinión sobre el tema es bastante clara. En el colegio, casi cualquiera habrá estudiado que Estados Unidos lleva inmerso en alguna guerra, siempre fuera de su territorio nacional, a lo largo de todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI. Estados Unidos, su gente, y sus presidentes, sobre todo, se sienten en deuda con el resto de ciudadanos del mundo y se creen, no sólo con el derecho, sino con la necesidad, de hacer algo por el resto de la Tierra. Esto no siempre les ha salido bien: de hecho, no les ha salido bien casi nunca.
Sería una tontería negar, pese a este espíritu de salvador perenne, la influencia que ejerce sobre todo lo que ocurre en el globo. Las empresas mejores, las más grandes, o tienen filial americana o son americanas. Lo que hace Estados Unidos en materia militar es un ejemplo a seguir (e incluso para verse involucrado, sino que se lo digan a Aznar). El liderazgo político es un hecho, inclusive en etapas tan nefastas como la de George Bush hijo. Con los ojos abiertos, entrecerrados, o con el rabillo del ojo, todo el mundo mira qué posición o actitud toma Estados Unidos.
Esta posición preferente, tiene su origen en el final de la Primera Guerra Mundial. Estados Unidos, siendo un país mucho más joven que los implicados en la contienda en el viejo continente, tenía un espectro de crecimiento mucho más amplio. Durante la Gran Guerra, no se vió en absoluto afectada en cuanto a pérdidas materiales, dado que la guerra se libró en Europa, donde otros países, como Francia, quedaron destrozados. Además, la IGM fue la oportunidad idónea para fomentar el crecimiento de su industria, que con el armamento militar, se vió multiplicada notablemente, alcanzando cifras nunca conocidas. Desde entonces, y ya en la firma del Tratado de Versalles, Woodrow Wilson impuso ciertas exigencias y forzó al resto de países aliados a cumplir con la conocida como la Lista de 14 puntos, entre los que destacaba la creación de la Liga de Naciones, un claro antecedente de la Sociedad de Naciones.
En la Segunda Guerra Mundial, idem. La implicación americana fue notable y en los entresijos de las negociaciones también se vió involucrada (sobretodo con el tema de Berlín y la reconstrucción de Alemania). A partir de entonces, empezó a meterse en guerras y causas ajenas para ayudar al mundo. Vietnam, Primera y Segunda Guerra del Golfo, Iraq, Afganistán... y los que quedarán. Y éstos últimos, más bien con discretos - o nulos - resultados.
martes, 15 de diciembre de 2009
Aminatu Haidar: el conflicto continúa
Con el fin de intensificar su ofensiva diplomática en el caso Haidar, Marruecos ha enviado representantes de los principales partidos políticos del país, para explicar la postura marroquí ante la controvesia que ha suscitado la activista. Por eso, esta mañana, el periódico El Mundo, en su versión digital, mostraba una entrevista con el ministro marroquí de Asuntos Económicos, Nizar Baraka. El ministro ha criticado duramente a la saharaui, con afirmaciones tales como “ni Marruecos ni España se merecen el trato que han recibido de Haidar”.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Cuando el corazón puede más que la razón
Después del primer momento de obzecamiento, vuelvo a razonar, argumentar, y soy la primera en darme cuenta de que no me gusta ser así. A veces la rabia me recorre el cuerpo de una manera tan vertiginosa que no soy capaz de darme cuenta de cómo actúo. Esto, en algunas ocasiones, me trae problemas con personas que no se lo merecen, pero simplemente no sé ser de otra forma.
Siendo demasiado exigente y queriendo que los demás se comporten como uno mismo llego a generar discusiones estúpidas, fuera de lugar, innecesarias. En los momentos de lucidez, me odio a mí misma por ser así, así de egoísta y de tonta. Me gustaría poder controlar estos impulsos, pero no puedo.
Supongo que esto es lo que ocurre cuando mi corazón puede más que mi razón.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Los abusos de los medios de comunicación
Y es entonces cuando empieza la tortura de Diego y el abuso de poder de los medios de comunicación. Asesino, sinvergüenza, maltratador, pervertido... Es detenido, y la gente le grita. Lo más lamentable, un periodista incita a una mujer para que increpe al detenido a la llegada de los juzgados: "Grítele señora, grítele". Los medios, al unísino, se olvidan del 'presunto' y, al fallecer la niña, le culpan de la muerte y le tachan de asesino violador. La Policía se ensañó; "me han tratado peor que a un perro", e incluso le enseñan fotos de Aitana ya muerta. El 27 de noviembre, un examen médico más exhaustivo ya ha descartado la agresión sexual, pero el juez prorroga su detención a la espera de los resultados de la autopsia. Pese a esto, el 28 de noviembre, ABC publica en su portada una foto de Diego, con un titular demoledor: "La mirada del asesino de una niña de tres años".
Ese mismo día, la autopsia descarta cualquier abuso sexual y recoge que las lesiones de Aitana eran compatibles con la caída del columpio por un lado y con las maniobras de reanimación por otro. Ya en libertad, Diego sufre una crisis de ansiedad. Y comienzan a llegar las muestras de cariño, los arrepentimientos y los perdones de toda esa gente que le juzgó antes de tiempo. La mayoría de la opinión general pasó de odiar a querer a Diego en sólo unos días, y por una simple cuestión; la manipulación periodística. Distorsionar los hechos no ayuda a nadie, no responde al cumplimiento de ninguna función y es un abuso del que inexplicablemente, los periodistas se creen con derecho de realizar.
Y es vergonzoso. Es el lado más deprimente del periodismo y el que más asqueo. Espero que por lo menos este caso sirva de ejemplo en el futuro, pero conociendo el ego periodístico (nosotros nunca nos equivocamos), lejano veo ese día.
Me gusta el periodismo, no me gusta la manipulación.
Nota: Este sólo es uno de muchos abusos que realizan los medios de comunicación a diario en sus páginas. Todas las citas y fuentes proceden de atestados y documentos oficiales.
[Fuente: Crónica (El Mundo versión impresa)]
martes, 8 de diciembre de 2009
Holocausto
Leyendo a Primo Levi en Si esto es un hombre muchas ideas se agolparon en mi cabeza. Muchas de ellas confusas, otras claras y cristalinas. Levi es un buen escritor, pues consigue engancharte en su relato y hacerte parte de él. Sientes, casi en primera persona, esa existencia tan grotesca que le ha tocado vivir. La miseria que se experimenta es tal, que parece un imposible luchar contra lo establecido, siendo la opción más fácil la resignación, y la única resistencia posible el logro de robarle unos cuantos días de existencia a la vida. Escribe de una manera grácilmente sofisticada, pero accesible y al alcance de cualquier lector. Al leerle, se debe tratar de mantener cierta distancia entre la narración y el lector, pues su relato es tan estremecedor, que su calado puede ser demasiado profundo.
Levi es, como muchos otros, testigo directo de la rutina en los campos nazis. Piensa y escribe igual que lo hacía en Auschwitz; su dolor es el mismo. Por suerte, con el paso de los años las tristezas se mitigan y supongo que los que tuvieron la suerte (o la desgracia) de sobrevivir consiguen postrar las reminiscencias de la guerra en el olvido.
Encontré en el blog del cantautor Ismael Serrano una especie de diario en el que cuenta todos los detalles de su gira alrededor del mundo. En su viaje a Chile, y a propósito de la dictadura de Pinochet, decía: “Dar testimonio de lo vivido alimenta la Memoria Histórica y la certeza de que no se han de repetir los errores, las atrocidades cometidas en lugares como aquel. La memoria es herramienta de futuro.” Estas frases puede que contradigan las teorías de muchos historiadores o expertos, pero para mí es la síntesis de lo que ocurre con aquellos acontecimientos históricos tan trascendentales que deben ser recordados pase el tiempo que pase. El Holocausto es uno de ellos.
Cuando era más pequeña, cuando comenzaba a mostrar mi interés por este tema con la lectura del Diario de Ana Frank, mi simpatía por los alemanes en general comenzó a decaer. Es injusto culpar a todo un país, y a todos sus habitantes, de unas atrocidades cometidas hace unos 60 años. Con el tiempo no he conseguido profesarles una mayor simpatía, pero por lo menos he conseguido comprender quienes deben ser culpados, y que no todos los alemanes tienen que ser señalados con un dedo por lo ocurrido. Me alegra además, saber como la mayoría de la población teutona condena hoy en día lo sucedido, además de rechazar cualquier tipo de movimiento neonazi. Se agradece.
Pasado ya más de medio siglo desde la liberación de los campos nazis a manos de las tropas aliadas, quedan ya pocos testigos directos, vivos, de lo que vivieron los judíos. Durante este tiempo se podría decir que se ha fomentado la existencia de documentales, películas, libros e incluso cómics que contribuyen a mantener informadas a las nuevas generaciones. Son innumerables estas piezas de gran valor informativo que deben ser el legado histórico de los niños nacidos en el siglo XXI. Las editoriales además apuestan por novelas, memorias y biografías que reproducen las historias de superación de los supervivientes, no sólo por la buena acogida en el mercado editorial, sino por alimentar este depósito literario-histórico que ha de ser una referencia en unos cincuenta años.
La conclusión más importante que se deba hacer sobre todo esto, es que fue un error del pasado y que se debe hacer todo lo posible por evitar que se repita. En una sociedad actual, sabemos qué está ocurriendo en cualquier rincón del mundo gracias a las agencias de noticias, los corresponsales y a la difusión de Internet. Sería casi una utopía que un gobierno consiguiera dar forma a una industria de la muerte como la amasada por los nazis bajo el mandato de Hitler. Aún así, en un mundo de la información como el de hoy, se han dado episodios como el genocidio de Ruanda, las torturas indiscriminadas en Iraq, donde se sigue librando una guerra irracional, o el eterno enfrentamiento entre Israel y Palestina.
El futuro debe regirse por gobiernos que sepan dar fin a estas batallas y propongan una cooperación internacional que realmente funcione, que integre a todos y no excluya a nadie. Quizás, hablar del Holocausto en las aulas ayude a muchos niños o adolescentes a comprender la necesidad de la integración racial, cultural y religiosa. A mí me ayudó a darme cuenta de que hay que respetar a los demás, no importa como sean. En general, el desconocimiento sobre la etnia judía es amplio, y conocer el Holocausto brinda la oportunidad idónea de entenderles sin juzgarles.
Los que murieron, los que fueron deportados y sobrevivieron, los que escaparon, los que se escondieron, los que fueron escupidos, aislados o insultados, los que ayudaron a salvar a otros, los que se sacrificaron, los que lucharon hasta el último momento, los que escribieron para recordar, los que escribieron para olvidar…. Todos aquellos que se vieron afectados en lo más mínimo por este episodio de la Historia, fueran de la religión o etnia que fueran, los considero unos héroes.